Medio de comunicación de masas
Medios de comunicación masivos o de masas (término también muy utilizado directamente en inglés: mass media) son los medios de comunicación recibidos simultáneamente por una gran audiencia, equivalente al concepto sociológico de masas o al concepto comunicativo de público.
La finalidad de estos medios de comunicación podría ser, según la fórmula acuñada específicamente para la televisión, formar, informar y entretener al público que tiene acceso a ellos. Atendiendo a los intereses que defienden, buscan el beneficio económico del
empresario o grupo empresarial que los dirige, habitualmente concentrado en grandes grupos de comunicación multimedia, e influir en su público ideológicamente y mediante la publicidad.
Todos los ciudadanos del mundo están expuestos a unos u otros medios, que resultan indispensables como herramienta de comunicación y presencia pública para todo tipo de agentes económicos, sociales y políticos.
La comunicación de masas es el nombre que recibe la interacción entre un emisor único (o comunicador) y un receptor masivo (o audiencia), un grupo numeroso de personas que cumpla simultáneamente con tres condiciones: ser grande, ser heterogéneo y ser anónimo. Los medios de comunicación de masas son sólo instrumentos de la comunicación de masas y no el acto comunicativo en sí.
Los medios de comunicación de masas se atribuyen a una sociedad y un modelo de vida muy concreto, como es la sociedad de masas, que tiene su origen en la Edad Contemporánea y que se caracteriza por la revolución industrial, que produce el abandono de la agricultura en favor de la industria y los servicios, grandes movimientos demográficos que incluyen el éxodo rural, y la mecanización del trabajo, que hace que las máquinas sustituyan a los artesanos. Los grandes cambios sociales de la sociedad industrial van acompañados de un cambio en la visión individual de la forma de vida, y en los lazos entre las comunidades.
La historia de los medios de comunicación está muy ligada al desarrollo de la tecnología, el desarrollo económico de los últimos cien años ha llevado a poder ofrecer al gran público, a precios cada vez más bajos, una serie de productos relacionados con la comunicación. Desde la época de oro de la prensa escrita, cuando en EE. UU. Los diarios fueron bajando sus precios, hasta llegar a ser asequibles para cualquier trabajador, hasta la popularización de internet. La incidencia en la sociedad de esta nueva forma comunicativa ha sido muy diversa, en parte ha hecho disminuir la comunicación interpersonal directa y también ha facilitado la creación de una opinión pública. Los medios de comunicación de masas se usan en la publicidad y la propaganda política directa o indirecta.
Hay que distinguir, por una parte, los medios como instituciones sociopolíticas, y por otra, los contenidos como material simbólico formado por diferentes tipos de mensajes, distinguiendo dentro de éstos entre información y opinión pública, entretenimiento y ficción, y publicidad y propaganda. Dentro de estos contenidos se ve reflejado el grado de influencia, término que debe entenderse desde una situación social de la vida colectiva donde los sujetos de cualquier grupo están obligados a relacionarse para cooperar, de modo que es imprescindible que exista influencia de unos sobre otros al tener que adaptarse entre sí.
Por la gran influencia en la opinión y los hábitos de la gente, son el objetivo de gobiernos y empresas. Han ayudado de manera decisiva al proceso de globalización, puesto que permiten que cualquier persona pueda acceder a información de cualquier lugar en cualquier momento, y cada vez con mayor rapidez, por lo que han colaborado en la expansión y estandarización de los gustos culturales de la población mundial. Son objeto de estudio de disciplinas muy diversas, desde la sociología hasta la economía, pasando por el arte y la filosofía.
La idea de influencia implica la utilización, por parte del influenciador, de recursos suficientes para imponer su criterio y voluntad propia sobre el destinatario o influenciado. Se trata de un mecanismo, bien de refuerzo de actitudes, o bien de posibilidad de cambio de actitudes y comportamientos, lo que incluso puede afectar a los valores y creencias colectivas, de grupos reducidos o amplios (naciones). Aunque los procesos de influencia social y cultural tienen estrechas relaciones con el ejercicio efectivo del poder, se caracterizan por la ausencia de coacción e incluso de amenaza. El poder siempre se caracterizó por su capacidad y recursos para influir socialmente; que en la sociedad de masas se intensifican.
Funciones: Los medios como poder
Las funciones atribuidas a los medios de comunicación de masas son cuatro principalmente:
- Formar, o educar, es decir, tener contenidos específicos cuya finalidad sea la adquisición de conocimientos por parte del espectador.
- Informar, dar a conocer todo aquello que pueda ser relevante para el público y éste deba conocer.
- Crear opinión.
- Entretener.
En muchos países el derecho a la información tiene rango constitucional, su titular es el público y su administrador los medios de comunicación, para lo cual los mismos textos constitucionales proveen que dispongan de la libertad de prensa, una de las ligadas a la libertad de expresión. Los límites de estos derechos y libertades suelen fijarse en que la información sea veraz y que no se inmiscuya en el derecho al honor o en la intimidad; aunque tales límites son imprecisos y son objeto de debate. De hecho, los medios de comunicación han pasado a considerarse el cuarto poder, junto con los tres poderes clásicos del constitucionalismo. No tiene una plasmación formal, ni es objeto de elección popular (aparte de la sanción de su éxito o fracaso en audiencia), y es por tanto un poder informal, como lo son los denominados poderes fácticos, y es uno de los componentes fundamentales en lo que se ha venido a definir como poder blando, que es el medio más eficaz de manifestación del poder en el mundo actual. El control de su ejercicio por parte de los poderes estatales a veces
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es acusado de censura o de intentos de control. En la mayor parte de las democracias modernas se opta por la autorregulación de los propios medios (deontología profesional periodística), que únicamente se enfrentan a la responsabilidad penal o civil ante la justicia.
Por otra parte, la desinformación y la manipulación informativa son constantes desde los inicios de la prensa (la denominada prensa amarilla, amarillismo o sensacionalismo es una manifestación evidente, sin embargo pueden ejecutarse prácticas desinformativas y manipulativas en medios "no amarillistas". Los totalitarismos del período de entreguerras (fascismo, nazismo y estalinismo) destacaron por el eficaz uso de los medios de comunicación de masas para su propaganda (expresión que tiene su origen en la Propaganda Fides, una institución vaticana dedicada a la difusión de la fe católica).
La respuesta por parte de los grupos sociales o tendencias políticas minoritarias se suele llamar contra información, y ha experimentado un gran desarrollo con el uso de las redes sociales que permiten internet y la telefonía móvil (por ejemplo, en la difusión viral de noticias y la convocatoria más o menos espontánea de manifestaciones), lo que se ha llegado a denominar el quinto poder. Los medios de comunicación son también una forma de control, de dos tipos coactivas y persuasivas. Las coactivas tienen relación con prácticas sociales e instituciones denominadas propiamente de control por cuanto se apoyan en la fuerza directa: el sistema jurídico legal y policial; las fuerzas armadas, de propaganda y contra propaganda. Las formas persuasivas se relacionan con las prácticas de comunicación e información, tanto a nivel interpersonal como institucional y de difusión pública. En el ámbito del control persuasivo destacan los siguientes aspectos de transmisión: tipo de información, clase de agenda sobre la que se informa, características de la edición y programación y de los códigos predominantes, e incluso aspectos profundos como las concepciones del tiempo y de la historia que se transmiten.
Los medios reflejan la realidad
"Hay una realidad, y los medios la muestran tal cual es, sin incidir nada sobre ella."
Puede haber distintas razones para que se publiquen o se emiten más noticias relacionadas con la inseguridad. Una, que los periodistas de policiales hayan obtenido un material especialmente interesante sobre los casos que investigan. Dos, que hayan pocas noticias de otros temas (con algo hay que llenar el noticiero). Tres, que se haya constatado que las noticias de inseguridad aumentan el rating a cierta hora: al subir la audiencia, se incrementan los precios que cobra un canal por cada segundo de publicidad. Cuarto, que un canal desee por algún motivo comercial o político instalar la idea de que ha crecido la inseguridad. Cinco, que un canal no quiere emitir o jerarquizar otra noticia. Y así podríamos seguir.
Como puede observarse, sólo en los últimos dos casos hay una intención por completo opuesta al periodismo y a la ética periodística. La cuestión del rating genera disparidad de opiniones en una sociedad democrática, desde quienes defienden la posición de que cada empresa hace lo que quiere con sus contenidos hasta quienes elaboran y hacen públicas sus críticas al accionar de esas empresas. De hecho, los críticos de los medios también pueden decir lo que quieran en una sociedad democrática.
De todos modos, el problema es más profundo. Considerando los cinco casos mencionados, el problema radica en que el concepto de inseguridad es en sí mismo un marco o una etiqueta que un medio coloca para una noticia. Las crónicas policiales son muy antiguas y en la Argentina tienen una larga historia. Pero los casos policiales no son en sí mismos noticias de inseguridad. La inseguridad es la lectura de un hecho.
El punto es que no es posible informar sin interpretar, algo fácilmente comprobable: en un país cualquiera en donde existan varios diarios nacionales, aunque aunque allí y en el mundo hayan sucedido ciertos hechos, cada uno organizará los titulares de la tapa a su modo, jerarquizando algunos hechos e invisibilizando otros.
Todos los medios tienen un signo político definido
"Todo periodista que trabaja en un medio es la encarnación de ese medio; todo de un diario es un agente a sueldo de una corporación."
No cabe duda de que todos los medios y programas tienen una orientación ideológica predominante, una línea editorial. Sin embargo, en la construcción de esa línea intervienen diferentes lógicas que a veces entran en tensión entre sí: intereses corporativos, tradiciones ideológicas, intereses comerciales, lógicas periodísticas, figuras disponibles, gustos del público. Cuando se analizan los viejos medios, se encuentra que en ciertas épocas (por ejemplo, durante el siglo XIX) muchos diarios pertenecían a un partido político y cada partido tenía su diario o trataba de tenerlo. Después en diferentes momentos del siglo XX, surgieron diarios y radios eminentemente comerciales, con mayor o menor carga ideológica, pero con objetivos definidos de rentabilidad. Esto suscita una ampliación del público, debido a que la lógica de las noticias que venden esos medios predomina muchas veces sobre los partidismos o ideologías.
Además de relación de los medios con posiciones políticas, no pueden perderse de vista las lógicas comerciales y sus tensiones con las líneas editoriales. Por eso, un análisis más
fino muestra claramente que en diarios con ciertas orientaciones políticas han escrito centenares de plumas con tendencias diferentes, siempre y cuando cumplieran una función, ya fuera ideológica, periodística o comercial. Por eso mismo, no es cierto que todos los programas y medios de un grupo de medios tengan la misma orientación política. Obviamente, es una pluralidad limitada, que no abarca todo el espectro ni permite que todo pueda ser noticia.
Hay dos formas de mirar un determinado canal de televisión en relación con la política. Un modo parte de creer que todos los periodistas de ese canal piensan y actúan del mismo modo. Otro enfoque revela que hay matices, tensiones, debates más o menos abiertos. Es cierto, todos están "condicionados", en el sentido de que ningún empleado puede hacer un análisis semiológico crítico del propio medio en el cual trabaja. Pero esto es lo suficientemente obvio como para que sea aceptado por todos sin necesidad de anular completamente las tensiones dentro de cada medio.
A esto habría que agregarle la tensión cotidiana entre la orientación de los medios y los trabajadores de los medios. Hay muchos periodistas que están muy atentos al detalle, así se trata de una noticia con aspectos positivos y negativos o de que punto de vista conviene evaluarlos. Pero en algunos medios o canales pareciera privilegiarse la perspectiva que hace que todo lo que provenga del gobierno sea malo o bueno simplemente por provenir de allí. Eso es el pre-juicio. Ejemplos de contrastes entre el contenido de una noticia (que redacta un periodista) y su título (que define un editor) han abundado en estos años.
Que hay periodistas que asumen la línea del medio en el que trabajan como si fuera una doctrina absoluta, es evidente. Lo que estamos diciendo es que en todos los medios hay periodistas con posiciones más diversas de lo que puede salir a la luz y que a veces, leyendo o escuchando atentamente, puede percibirse esos matices.
Libertad de Prensa
La historia de la conquista de la libertad de prensa es inseparable del progreso y de la democracia y constituye uno de los avances más importantes de las libertades públicas. El fin de la censura y la libertad de prensa fueron reclamados en números "Cuadernos de Dolencias" en 1789. Afirma en la declaración de los derechos humanos y retomando en las constituciones de 1791 y 1793, la libertad de prensa fue pisoteada por Napoleón Bonaparte. Mucho más tardíamente que en Gran Bretaña y Estados Unidos, hubo que esperar a la ley del 29 de julio 1881 para que la libertad de prensa fuera reconocida y garantizada en Francia, aunque el texto de la ley aún implicara muchos aspectos represivos. En Argentina la libertad de prensa está avalada por la Constitución Nacional en los siguientes artículos:
Artículo 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.
Artículo 32.- El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.
Aun hoy, en el mundo, en Argelia, Birmania, China, Cuba, Etiopía, Irán, etc., algunos periodistas son encarcelados o padecen la censura por atreverse a enfrentar los poderes vigentes.
En el mundo, el acaparamiento de lo audiovisual y la mayor parte de los títulos por parte de grandes grupos capitalistas, con excepción de algunas pequeñas islas de prensa escrita alternativa o satírica, que resisten heroicamente, es un hecho ya conocido en la actualidad. Esos grupos se han apoderado de los medios de comunicación, por un lado, para retirar sustanciales ganancias financieras, principalmente mediante la publicidad; por el otro, para seguir controlando los medios y así influir en la vida pública. En materia de información, los medios se han vuelto esencialmente medios de comunicación, influyentes vectores de la ideología dominante.
Glosario
Globalización: es un conjunto de transformaciones en la orden política y económica mundial visibles desde el final del siglo XX. Es un fenómeno que ha creado puntos comunes en el ámbito económico, tecnológico, social, cultural y político, y por lo tanto convirtió al mundo en un mundo interconectado, en una aldea global.
Deontología: es un concepto que procede de la lengua griega. El término se utiliza para nombrar a una clase de tratado o disciplina que se centra en el análisis de los deberes y de los valores regidos por la moral.
Rating: Cantidad o porcentaje estimado de personas que presencian un espectáculo de televisión, en un momento dado y en un determinado Canal, realizado con fines estadísticos/ calificación de un programa televisivo.
Semiología: Puede decirse que la semiología se encarga de todos los estudios relacionados al análisis de los signos, tanto lingüísticos (vinculados a la semántica y la escritura) como semióticos (signos humanos y de la naturaleza).
Sátira: Composición escrita para censurar acremente o poner en ridículo a personas o cosas.
Ideología: Conjunto de ideas y opiniones de una persona o grupo, especialmente en lo relacionado con la organización política o social.
Cuestionario
1. ¿A qué se denomina medios de comunicación masivos?
2. ¿Qué factores sociales hicieron posible que proliferación de estos medios?
3. ¿Qué influencia han tenido en el desarrollo de la globalización?
4. ¿Cuál es su función en nuestra sociedad?
5. ¿Por qué se los denomina "Cuarto poder"?
6. ¿Cómo se construye una línea editorial?
7. ¿A quiénes pertenecen los grandes medios? ¿Qué objetivo persiguen?
8. Opinión: ¿Existe la libertad de prensa en nuestro país? Fundamentar
9. Buscar una noticia específica y comparar que visión tienen varios medios de comunicación con respecto a la misma